Y después del Paro del 7, 8 y 9, ¿qué?
Por Cèsar Zelada
El Paro andino-amazónico de 72hrs y la Jornada de Lucha convocada por la CGTP el 8 de Julio, fue contundente. A pesar, del incentivo de 20 soles para los trabajadores públicos, de sacar al ejército, del psicosocial Abencia Meza (acusada del asesinato de otra cantante popular llamada Alicia Delgado), y de la guerra sucia contra las organizaciones convocantes al Paro (acusándolas de chavistas), decenas de miles tomaron las calles del país para rechazar la política neoliberal de la administración García. No obstante, el gobierno, mira para otro lado.
Es así como se comprende que ahora la prensa limeña y el APRA minimicen las protestas y éste último no quiera cambiar su política pro-transnacionales y adelante las vacaciones escolares (argumentando los 3 muertos y más de 1400 contagios por la gripe porcina), cuando se avecinaba una huelga del magisterio. Además, ahora que las encuestas le dan más del 70% de rechazo popular en Lima, pues, García acaba de aprobar un aguinaldo de 500 soles para recuperar su alicaída imagen. Pero esta cuestión, probablemente, no logre su objetivo.
Esto lo decimos porque la mayoría de la composición de los ciudadanos que se movilizaron en Lima (marcha disminuìda en comparación del 11-J, pero que cuenta con la participación de nuevos actores), y en las diversas regiones del país, son trabajadores transportistas (choferes, cobradores, mototaxistas), campesinos, obreros de empresas privadas (mineros, agroindustria, etc.), originarios, y jóvenes estudiantes, que no tienen ningún vínculo laboral con el Estado.
Por otro lado, el premier Simons acaba de presentar su renuncia irrevocable. Y ya se está hablando de un cambio de gabinete. Algunos mencionan al cuestionado Ministro Chang como futuro premier. Pero de confirmarse este rumor o de nombrar a un premier que no sea “independiente” del gobierno, pues, difícilmente se realizará la concertación de las diversas fuerzas políticas. Más aun cuando este cambio de gabinete no implique un cambio del modelo.
Al contrario, García, como buen agente político del imperio del norte, parece estar más preocupado en como aplicar el antipopular TLC en nuestra patria, con un movimiento social en auge.
Por tanto, de seguir con esta política, el APRA, lo único que conseguirá es más polarización y confrontación social. De hecho, AIDESEP, acaba de dar un ultimátum al gobierno al manifestar que si no cesan las persecuciones contra sus dirigentes amazónicos (dos acaban de pedir asilo a Nicaragua), pues, romperán el diálogo.
“…este es un paso atrás para dar dos adelante…”, manifestó Mauricio Mulder, después de la derogatoria de los DL anti amazónicos. Entonces, ya estamos advertidos. En el lenguaje del ilegítimo mandatario peruano, se avecina más “guerra fría”.
La inspiradora y combativa movilización de los mineros artesanales de La Rinconada por sus legítimas demandas, de los ciudadanos de Azángaro contra la contaminación minera, en Puno; de los trabajadores azucareros en Lambayeque; de los campesinos piuranos y cusqueños en defensa de su tierra; de La Oroya por un trabajo digno; de los Waris por tierra y trabajo; de los trabajadores transportistas por la formalización del transporte; etc. son producto de la victoria amazónica, pero también de un modelo neoliberal antidemocrático, racista y a favor de los ricos de siempre.
Si el Baguazo se convirtió en el “accidente” que sacó a la superficie las contradicciones acumuladas durante años en la selva de nuestra patria. En Los Andes, pues, las contradicciones son más agudas (por los grandes niveles de desigualdad y pobreza). Hay mucho material explosivo en la tierra de Túpac Amaru-Micaela Bastidas y Túpac Katari-Bartolina Sisa.
Hay que prepararnos organizadamente para las futuras batallas que se avecinan levantando las banderas de la nacionalización de las minas (bajo control social-obrero) y la Marcha de los Pueblos sobre Lima para demostrarles a los políticos de quinta categoría que nos gobiernan que estamos decididos a luchar hasta el final para conquistar las estrellas.
Por Cèsar Zelada
El Paro andino-amazónico de 72hrs y la Jornada de Lucha convocada por la CGTP el 8 de Julio, fue contundente. A pesar, del incentivo de 20 soles para los trabajadores públicos, de sacar al ejército, del psicosocial Abencia Meza (acusada del asesinato de otra cantante popular llamada Alicia Delgado), y de la guerra sucia contra las organizaciones convocantes al Paro (acusándolas de chavistas), decenas de miles tomaron las calles del país para rechazar la política neoliberal de la administración García. No obstante, el gobierno, mira para otro lado.
Es así como se comprende que ahora la prensa limeña y el APRA minimicen las protestas y éste último no quiera cambiar su política pro-transnacionales y adelante las vacaciones escolares (argumentando los 3 muertos y más de 1400 contagios por la gripe porcina), cuando se avecinaba una huelga del magisterio. Además, ahora que las encuestas le dan más del 70% de rechazo popular en Lima, pues, García acaba de aprobar un aguinaldo de 500 soles para recuperar su alicaída imagen. Pero esta cuestión, probablemente, no logre su objetivo.
Esto lo decimos porque la mayoría de la composición de los ciudadanos que se movilizaron en Lima (marcha disminuìda en comparación del 11-J, pero que cuenta con la participación de nuevos actores), y en las diversas regiones del país, son trabajadores transportistas (choferes, cobradores, mototaxistas), campesinos, obreros de empresas privadas (mineros, agroindustria, etc.), originarios, y jóvenes estudiantes, que no tienen ningún vínculo laboral con el Estado.
Por otro lado, el premier Simons acaba de presentar su renuncia irrevocable. Y ya se está hablando de un cambio de gabinete. Algunos mencionan al cuestionado Ministro Chang como futuro premier. Pero de confirmarse este rumor o de nombrar a un premier que no sea “independiente” del gobierno, pues, difícilmente se realizará la concertación de las diversas fuerzas políticas. Más aun cuando este cambio de gabinete no implique un cambio del modelo.
Al contrario, García, como buen agente político del imperio del norte, parece estar más preocupado en como aplicar el antipopular TLC en nuestra patria, con un movimiento social en auge.
Por tanto, de seguir con esta política, el APRA, lo único que conseguirá es más polarización y confrontación social. De hecho, AIDESEP, acaba de dar un ultimátum al gobierno al manifestar que si no cesan las persecuciones contra sus dirigentes amazónicos (dos acaban de pedir asilo a Nicaragua), pues, romperán el diálogo.
“…este es un paso atrás para dar dos adelante…”, manifestó Mauricio Mulder, después de la derogatoria de los DL anti amazónicos. Entonces, ya estamos advertidos. En el lenguaje del ilegítimo mandatario peruano, se avecina más “guerra fría”.
La inspiradora y combativa movilización de los mineros artesanales de La Rinconada por sus legítimas demandas, de los ciudadanos de Azángaro contra la contaminación minera, en Puno; de los trabajadores azucareros en Lambayeque; de los campesinos piuranos y cusqueños en defensa de su tierra; de La Oroya por un trabajo digno; de los Waris por tierra y trabajo; de los trabajadores transportistas por la formalización del transporte; etc. son producto de la victoria amazónica, pero también de un modelo neoliberal antidemocrático, racista y a favor de los ricos de siempre.
Si el Baguazo se convirtió en el “accidente” que sacó a la superficie las contradicciones acumuladas durante años en la selva de nuestra patria. En Los Andes, pues, las contradicciones son más agudas (por los grandes niveles de desigualdad y pobreza). Hay mucho material explosivo en la tierra de Túpac Amaru-Micaela Bastidas y Túpac Katari-Bartolina Sisa.
Hay que prepararnos organizadamente para las futuras batallas que se avecinan levantando las banderas de la nacionalización de las minas (bajo control social-obrero) y la Marcha de los Pueblos sobre Lima para demostrarles a los políticos de quinta categoría que nos gobiernan que estamos decididos a luchar hasta el final para conquistar las estrellas.
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